Castillo Silva del Pozo

Castillo Silva del Pozo (2008). Imagen propia.

 

Dirección: Vicente Ramón Roca y Juan León Mera, esquina
Sector: La Mariscal
Año de construcción: 1937
Arquitecto: Rubén Vinci Kinard
Estilo: ecléctico (historicista neogótico)
Premios: ninguno
Uso actual: comercial


Historia

Vista posterior del Castillo y el inmueble vecino, desde
la actual calle Robles hacia el norte (circa 1938).
Imagen: archivo personal.
Este pequeño castillo, uno de los más reconocibles y populares de los varios que existen en la ciudad, fue construido por el afamado Rubén Vinci Kinard, un diplomático mexicano de ascendencia italiana que al llegar a Quito como parte de la legación de su país, puso en práctica sus conocimientos empíricos de arquitectura para levantar una serie de residencias de estilos poco comunes hasta entonces, y que enloquecieron a la burguesía local. Entre sus obras más conocidas se encuentran, por ejemplo, el Palacio Chiriboga, el Castillo Larrea y otras tantas villas de rasgos eclécticos, neogóticos y neomudéjares por todo el sector de La Mariscal.

Es precisamente en este exclusivo y naciente sector de la ciudad, que en 1936 adquirió una serie de lotes a ambos lados de la actual calle Vicente Ramón Roca, entre Juan León Mera y Reina Victoria, en las que construyó ocho hermosas villas con los diferentes estilos que tanta fama le habían dado, y que terminó en 1937 para ponerlos a la venta en un modelo de tipo urbanización que no se había usado en la ciudad hasta entonces. Lamentablemente, de estas, apenas cuatro sobreviven hasta la actualidad.

La propiedad de la esquina suroccidental, de marcado estilo neogótico europeo y que es la que nos compete en este artículo, fue adquirida por el embajador ecuatoriano Ramiro Silva del Pozo, que la habitó por largos años junto a su familia. Sin embargo, con la transformación del sector en uno de carácter comercial y la migración de sus residentes a otros barrios de la ciudad, en la década de 1980 el inmueble pasó a ser transformado para el uso de locales, perdiendo así mismo sus jardines.

A día de hoy, el Castillo Silva del Pozo tiene además un significado muy particular en el imaginario de los quiteños, pues su fachada se ha convertido en un lienzo que durante todas las campañas electorales de las últimas décadas ha sido pintado con los colores característicos de diferentes partidos políticos que, por alguna razón, tienden a ganar una buena cantidad de votos, y por eso luchan entre sí para convertir el inmueble en su amuleto propagandístico. Entre estos se puede nombrar a PRE y Fuerza Ecuador (familia Bucaram), Sociedad Patriótica (Lucio Gutiérrez), Alianza Pais (Rafael Correa), Creo (Guillermo Lasso) y Concertación (César Montúfar).


Arquitectura

Detalle de los techos del Castillo Silva del Pozo, cuando
estaba pintado con los colores de Concertación (2019).
Imagen: Diario El Comercio.
El inmueble, de estilo historicista neogótico, se encuentra claramente inspirado por los grandes castillos medievales del centro de Europa, en particular aquellos que la literatura romántica inmortalizó a finales del siglo XIX e inicios del XX, asociándolos con cuentos de hadas alemanes y franceses, y que pueblan por doquier los valles de los ríos Danubio y Loira.

El castillo en sí mismo se encuentra implantado al costado suroriental de un terreno esquinero, aunque dejando una angosta distancia con las paredes medianeras de sus vecinos por ambos costados, lo que ubica los espacios de los antiguos jardines sobre las calles Roca y Juan León Mera, hoy convertidos en plataformas de parqueo para los diferentes locales que ocupan el interior.

Su estructura es compacta y está conformada por diferentes volúmenes asimétricos entre sí en altura, ancho y forma, que terminan coronados por techos cónicos o terrazas con antepechos almenados para darle ese característico estilo de castillo a escala, acentuado por los vanos de ventanas y puertas con forma de arco ojival, así como las pequeñas torrecillas decorativas que se han dispuesto en algunas esquinas.

El ingreso principal, originalmente ubicado sobre la calle Roca, como todas las casas construidas por Rubén Vinci en esta cuadra, hoy no conduce a ningún otro espacio de la casa debido a la construcción de paredes y separaciones que alteraron radicalmente la distribución para obtener un mayor número de espacios comerciales. Una escalera exterior que se aprecia en la fachada occidental, también añadida, lleva a una terraza que es el único acceso actual al segundo piso, también usado con fines de arriendo.


Galería

El Castillo a inicios de la década de 1980.
Imagen: archivo personal.

El Castillo, pintado con los colores de Fuerza Ecuador (2017).
Imagen: Jim Wyss, Miami Herald.

El Castillo, pintado con los colores de Alianza País (circa 2016).
Imagen: Val Inmobiliaria, Plusvalía.


Referencias

  • Investigación y observación personal, Héctor López Molina.

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