Casa de las 7 Terrazas (Villa Aguilar)

Casa de las 7 Terrazas, ocupada por el Hotel La Coupole (2017). Imagen: Jim Wyss.

Dirección: calles Vicente Ramón Roca y Reina Victoria
Sector: La Mariscal
Año de construcción: 1937
Arquitecto: Rubén Vinci Kinard
Estilo: historicista (neocicládico)
Premios: ninguno
Uso actual: hotelero


Historia

La casa con su apariencia original, a la derecha.
Imagen: archivo personal (circa 1950).
La casa fue construida por el afamado Rubén Vinci Kinard, un diplomático mexicano de ascendencia italiana que al llegar a Quito como parte de la legación de su país, puso en práctica sus conocimientos empíricos de arquitectura para construir una serie de residencias de estilos poco comunes hasta entonces y que enloquecieron a la burguesía local. Entre sus obras más conocidas se encuentran, por ejemplo, el Palacio Chiriboga, el Castillo Larrea y otras tantas villas de rasgos eclécticos, neogóticos y neomudéjares por todo el sector de La Mariscal.

Es precisamente en este exclusivo y naciente sector de la ciudad, que en 1936 adquirió una serie de lotes a ambos lados de la actual calle Vicente Ramón Roca, entre Juan León Mera y Reina Victoria, en las que construyó ocho hermosas villas con los diferentes estilos que tanta fama le habían dado, y que terminó en 1937 para ponerlos a la venta en un modelo de tipo urbanización que no se había usado en la ciudad hasta entonces. Lamentablemente, de estas, apenas cuatro sobreviven hasta la actualidad.

La casa de la esquina nororiental, de marcado estilo mediterráneo de las islas cicládicas griegas, y que es la que nos compete en este artículo, fue adquirida por una familia de apellido Aguilar, que la habitó por largos años. El inmueble fue conocido popularmente como la Casa de las 7 Terrazas como una clara referencia a los diferentes techos que resultaban en cada volumen de la casa, y que de alguna manera recuerda también al modo en que los quiteños llamaban a la Casa de los 7 Patios, en el Centro Histórico.

Después de una meticulosa restauración sucedida durante la primera década del siglo XXI, que además añadió algunos espacios guardando el lenguaje original del inmueble, abrió sus puertas el Hotel La Coupole, que no solo continúa allí hasta la actualidad, sino que ha devuelto el esplendor que tuvo antaño esta antigua villa, parte de la famosa Cuadra de Vinci y uno de los símbolos de la mejor época del barrio La Mariscal.


Arquitectura

Detalle posterior de la casa (2017).
Imagen: Facebook del Hotel La Coupole.

El inmueble se encuentra implantado en medio del terreno esquinero y rodeado por floridos espacios en sus cuatro costados, que es una de las características principales de la ciudad-jardín con que fue concebida La Mariscal en la década de 1920. De estilo historicista neocicládico con algunos toques neomudéjares que tanto le gustaban, Vinci le confirió un aspecto muy mediterráneo que recuerda a las villas que pueblan las escarpadas costas de las islas cicládicas griegas, por las que él mismo había pasado en sus viajes diplomáticos como representante de México en Medio Oriente.

Una de sus principales características es el novedoso uso de volúmenes tipo cubos, que al unirse forman la estructura general de la casa y dejan una serie de techos a modo de terrazas, mismas que le dieron su nombre tan particular entre los quiteños. Algunas de estas terrazas fueron coronadas por hermosas cúpulas de estilo neobizantino cubiertas por tejuelo vitrificado, clásicas de Vinci, y que son además la inspiración del nombre actual que usa el hotel.

Algunas de las paredes exteriores han sido decoradas con un entramado romboidal en relieve, típico del neomudéjar, que le proporciona carácter a una fachada en la que predomina el blanco. Por otro lado, los vanos se diferencian por usar arcos de medio punto para las ventanas, y de herradura en las puertas, como la de ingreso principal, ubicada sobre la calle Roca, que utiliza también patrones típicos de las construcciones árabes. Las chimeneas que sobresalen a modo de minaretes de templos islámicos, terminan de conferirle ese aire tan inusual que caracterizaba al arquitecto.

Algunos volúmenes adicionales para habitaciones fueron añadidos en los trabajos de restauración de la década de 2000, que si bien respetaron el lenguaje original de la casa, le restaron algunas de las terrazas por las que el inmueble había sido conocido con tan particular apodo. Sin embargo, la belleza permanece y aún se puede apreciar casi intacta la idea de paraíso mediterráneo que Rubén Vinci tuvo para esta villa mariscaleña.


Galería


Detalle de una de las cúpulas.
Imagen: Facebook del Hotel La Coupole.


Detalle del inmueble, con el entramado neomudéjar.
Imagen: Facebook del Hotel La Coupole.

Detalle del ingreso principal, con arco de herradura.
Imagen: Facebook del Hotel La Coupole.

Detalle de la puerta principal de ingreso.
Imagen: Facebook del Hotel La Coupole.

Referencias

  • Investigación y observación personal, Héctor López Molina.

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