Cementerio de El Tejar


Dirección: Gonzalo de la Vega y Baños, tras la recoleta de El Tejar
Sector: Centro Histórico (El Tejar)
Año de construcción: siglo XIX
Arquitecto: varios
Estilo: historicista (neoclásico)
Premios: Patrimonio de la ciudad
Uso actual: camposanto


El Cementerio de El Tejar constituye el primer camposanto planificado a la usanza europea de tipo jardín que se construyó en los territorios del actual Ecuador. Ubicado en las laderas del volcán Pichincha y con una privilegiada vista de la ciudad de Quito a sus pies, es parte de la recoleta que los sacerdotes de la orden mercedaria construyeron en el sector desde 1774, en que el convento reemplazo a una sencilla ermita que existía desde tiempos de la conquista española.

Hasta 1789, los muertos eran enterrados tras los altares o en criptas bajo las iglesias de toda la América hispana, pero ese año el rey Carlos IV decretó que se construyesen camposantos en las afueras de todas las ciudades de su vasto imperio colonial, evitando así las enfermedades propagadas por los cadáveres en descomposición. Sin embargo, en Quito esta disposición real no se acató sino hasta inicios del siglo XIX, cuando se construyó el panteón de El Tejar por iniciativa de los mercedarios, aunque ya habían algunas tumbas desde mediados del siglo anterior. Se debe recordar que hasta el siglo XX, el sector estaba separado de la ciudad por dos profundas quebradas en lo que hoy es el sector del Centro Comercial Hermano Miguel, en la calle Mejía.

El acceso al camposanto se puede realizar desde la calle o desde el propio convento, atravesando capillas y pesadas puertas que transportan a la época previa a la independencia, cuando el camposanto era el lugar preferido para el descanso eterno de la nobleza y la burguesía quitenses.  Allí se encuentran los cuerpos de ilustres personajes de la historia ecuatoriana, como Eugenio Espejo, que descansa en el pabellón San José, o la poderosa dinastía Montúfar que yace enterrada en su propio mausoleo familiar, que también les sirvió como escondite tras la fatídica masacre del 2 de agosto de 1810. Aquí también se encuentran las tumbas de docenas de próceres abatidos el 24 de mayo de 1822, y llevados hasta allí por orden del mariscal Antonio José de Sucre.


Leyenda de La Capa del Estudiante

Existe una leyenda olvidada por décadas en torno al Cementerio de El Tejar, pero que ha sido rescatada en los últimos años:



Imágen: El Universo
Video: Municipio de Quito


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