Coloso de Ramsés II de Menfis

Coloso de Ramsés II de Menfis, en la Plaza Egipto de la ciudad de Quito. Imagen: See.news.


El Coloso de Ramsés II de Menfis es una obra de arte público de la ciudad de Quito, que se encuentra ubicada en la Plaza Egipto del sector El Condado, lugar donde confluyen las avenidas de La Prensa, Occidental y Manuel Córdova Galarza, al norte de la capital ecuatoriana, justamente desde donde parte la vía que conecta la urbe con la emblemática Mitad del Mundo. Constituye una de las dos únicas reproducciones que existen en el mundo del Coloso original, que se exhibe en el Gran Museo Egipcio de El Cairo.

Historia

Coloso de Ramsés II de Menfis, en el
Gran Museo Egipcio de El Cairo.
Imagen: Wikimedia Commons
La escultura es una réplica del llamado Coloso de Ramsés II, de doce metros de alto, que retrata a uno de los más célebres faraones del antiguo Egipto. Esta fue descubierta en 1820 por el viajero italiano Giovani Caviglia en el lado sur del milenario Templo de Ptah, en Menfis, capital del Imperio Antiguo. Después de un fracasado intento de traslado al Museo Británico de Londres, la figura permaneció tumbada junto al templo durante 130 años.

En 1954 el Gobierno egipcio movió el Coloso por partes hasta la plaza Bab Al-Hadid, frente a la estación de trenes de El Cairo, que pasó a llamarse Plaza Ramsés II desde entonces, donde la rearmó y restauró cuidadosamente. Finalmente, en 2017 fue movida por última vez a su emplazamiento actual en el vestíbulo de ingreso al Gran Museo Egipcio de Guiza, siendo el encargado de recibir a los visitantes.

La reproducción quiteña se trata de un regalo de hermanamiento otorgado en el año 2016 por la Embajada de Egipto en Ecuador, representada por Abdelmoneim Omar, el Ministerio de Antigüedades y la Organización de Promoción Turística de este país nor-africano, en coordinación con la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (EPMMOP) del Municipio de Quito. 

El proceso inició el 30 de noviembre de 2016, cuando Amr El-Tibi, director de la Unidad de fabricación de réplicas arqueológicas del Ministerio Egipcio de Antigüedades, anunció mediante comunicado de prensa que obsequiarían una réplica del Coloso a la ciudad de Quito, y que iniciaría una larga travesía hasta su destino final ese mismo día. El regalo llegó a la capital ecuatoriana el jueves 19 de enero de 2017.

La colocación de la efigie en su pedestal inició el lunes 23 de enero de 2017 y concluyó el miércoles 25 del mismo mes. Los trabajos de adecuación de la plaza que la rodea, con una temática egipcia que incluye palmeras y una representación a escala de las milenarias pirámides en la meseta de Gizah, estuvieron a cargo de la EPMMOP. El hecho causó opiniones divididas en la ciudadanía, entre quienes apoyan su presencia y quienes la rechazan en demérito de las culturas aborígenes locales.

Descripción

Detalle de la estatua durante su
proceso de colocación en Quito.
Imagen: APNQ.
La escultura es una de las dos únicas reproducciones que existen en el mundo del Coloso original que representa al famoso faraón Ramsés II, la otra se encuentra en Heliopolis, un importante barrio de El Cairo; aunque la quiteña es de una altura menor, pues alcanza únicamente seis de los doce metros que tienen las egipcias, a los que finalmente se añaden un par de metros adicionales del soporte sobre el que fue colocada.

La estatua quiteña, cuyo costo ascendía a los $35.000 dólares estadounidenses, fue trabajada durante dos meses por artesanos de la Unidad de fabricación de réplicas arqueológicas del Ministerio Egipcio de Antigüedades, sobre una pieza de granito natural reforzada con poliéster y lana de vidrio para garantizar su durabilidad en las condiciones climáticas de la capital ecuatoriana, y trasladada en barco durante dos meses.

El Coloso representa a Usermaatra Setepenra - Ramsés Meriamón, más conocido como Ramsés II, tercer faraón de la Dinastía XIX de Egipto, que gobernó el Imperio por 66 años, entre el 1279 y 1213 A.C. Fue uno de los faraones más célebres debido a la gran cantidad de vestigios que perduran de su activo reinado.

La escultura responde a los cánones estéticos típicos del arte egipcio del Imperio Antiguo, siendo una figura concebida para ser vista desde el frente, simétrica y hierática, es decir que no tiene expresividad y sus movimientos parecen rígidos, como se nota en los brazos y la pierna izquierda al frente. Además, es claro que se buscó imprimirle el mayor realismo posible con respecto a las facciones del faraón Ramsés II, así como a los accesorios ceremoniales del tocado, la corona y la barba.

Por otro lado, en la glorieta de 11.700 metros cuadrados, renombrada como Plaza Egipto en homenaje al obsequio, la Embajada de dicho país y el Municipio de Quito invirtieron la cantidad de 120.000 dólares para recrearla de acuerdo a patrones que guardaran concordancia con la milenaria cultura egipcia. Por ello, el arquitecto Raúl Rodríguez no solo planificó la construcción de las tres pirámides a escala de las existentes en la planicie de Gizah (Keóps, Kefrén y Micerinos), sino que concibió el diseño de jardines y caminerías para que desde el aire se observe la figura del clásico Ojo de Horus que todo lo ve, muy presente en la iconografía egipcia y, especialmente, como símbolo de los antiguos faraones.

Galería

La escultura en el taller de El Cairo, donde fue trabajada.
Fotografía: Diario Ahram Online

Plaza Egipto durante los trabajos de diseño, en enero de 2017.
Fotografía: Eduardo Terán (El Comercio)

Colocación del monumento, el 23 de enero de 2017.
Fotografía: Eduardo Terán (El Comercio)

Colocación del Monumento, el 25 de enero.
Fotografía: Agencia Pública de Noticias de Quito

Diseño de la Plaza Egipto desde el aire, con el Ojo de Horus.
Imagen: Google Earth.

La otra réplica existemnte del Coloso, ubicada en una avenida
de Heliópolis, un importante barrio de El Cairo (Egipto).
Imagen: Wikimedia Commons.

Referencias




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