Iglesia del Belén

Iglesia del Belén, desde el parque La Alameda. Imagen: propia (2015).

Dirección: Luis Sodiro, entre Luis Felipe Borja y 6 de Diciembre
Sector: La Alameda
Año de construcción: 1694
Arquitecto: desconocido
Estilo: neoclásico
Premios: Patrimonio de la Ciudad
Uso actual: religioso

Historia

Según datos comparados en los documentos de Juan de Salazar y Villasante, presidente de la Real Audiencia de Quito entre 1563 y 1564, la primera misa celebrada en el lugar que hoy ocupa la Iglesia del Belén, no sucedió sino hasta que las tierras pasaron a formar parte de la jurisdicción de la parroquia eclesiástica de San Blas, más de treinta años después de la fundación de la villa.

El 3 de mayo de 1612 el Cabildo de la ciudad acogió el pedido de varios comerciantes para levantar un humilladero junto al camino que llevaba a Cotocollao, donde los viajeros y pastores indígenas pudieran hacer estación a los pies de un calvario, mismo que debía ser inaugurado como parte de la Fiesta de la Invención de la Cruz al año siguiente.  Las autoridades encargaron señalar el sitio más adecuado a Andrés Orozco Guzmán y Francisco de la Paz y Miño.

Iglesia del Belén, desde La Alameda (circa 1900).
Imagen: archivo personal.
El 3 de mayo de 1613, y en medio de las respectivas solemnidades, salió de la iglesia de San Francisco una cruz de madera que sería llevada hasta el lugar escogido en la explanada de la Chuquihuada, junto a la pequeña ermita que también había sido levantada para tal efecto. Una misa de bendición presidida por el canónigo García de Valencia selló los actos del que, desde entonces, sería conocido como Humilladero de la Vera Cruz.

El lugar fue apetecido por las diferentes ordenes religiosas para establecer recoletas, es decir sus lugares de retiro, como los franciscanos en 1597, que se decantaron por donde se encuentra San Diego a día de hoy, y los agustinos en 1620, pero para entonces el Cabildo ya consideraba suyos los terrenos. En 1640 los mercedarios construyeron muy cerca la rústica Capilla de la Vera Cruz del Belén, en lo que hoy es la esquina de las calles Sodiro y Valparaíso (Colegio Nuestra Madre de La Merced), y desde entonces todo el sector pasó a ser conocido como El Belén.

La iglesia actual del Belén fue construida recién en 1694 por orden del obispo Sancho Andrade de Figueroa y Cárdenas, reemplazando la ermita por una estructura muy similar a la actual. A mediados de la década de 1780, el presidente Juan José de Villalengua y Marfil ordenó una serie de trabajos para embellecer el sector de La Alameda, incluyendo el primer ajardinamiento del parque, la instalación de una fuente de agua en la plazoleta de San Blas, y la reconstrucción de la Capilla del Belén.

Los trabajos incluyeron la reparación del templo desde sus cimientos, añadiendo un retablo dorado a la chinesca, una imagen del Calvario del afamado escultor Caspicara, alhajas de plata y otros muebles, así como una sacristía y unas casas para habitación del Capellán y los oficiales. Al terminarlos el 1 de noviembre de 1787, se colocó detrás del púlpito una gran placa de mármol que aún existe, en la que se reconoce la labor del presidente Villalengua en favor de las tierras de la provincia quitense y para la reconstrucción de la capilla, que es la que ha llegado hasta nuestros días.

No existe ninguna prueba documental que respalde la versión de que El Belén fue la primera iglesia de la villa, ni tan siquiera que en aquel lugar se haya celebrado la primera misa al aire libre, versión nacida por algún error del historiador Federico González Suárez en su afamada obra "Historia del Ecuador". Por el contrario todas las actas, tanto eclesiásticas como del Cabildo, señalan a la actual Catedral como el templo católico primigenio de la ciudad hispana.

Arquitectura

Interior de la iglesia del Belén (2017).
Imagen: Diario La Hora.
La iglesia está precedida por un atrio elevado y sostenido por un muro de contención de piedra, sobre el que luce un antepecho de ladrillo adornado con esferas talladas de piedra. El acceso desde la calle Sodiro se realiza mediante una escalinata de dos cuerpos: recta en su primer tramo, y cóncava al final; que se abre hacia los pequeños jardines en los que se pueden apreciar la Casa Parroquial y Sacristía hacia el occidente, ambas de clara corriente neocolonial de la década de 1940.

La estructura de la iglesia en sí misma consta de una sola nave, cubierta por techo de teja cocida a dos aguas, formando una "V" invertida que se aprecia también en la sencilla fachada con elementos neoclásicos, como los de la puerta de ingreso al centro, el balcón sobre esta última, y las pequeñas torres rematadas en pirámides recubiertas de tejuelo vitrificado en tono verde.

El templo fue recuperado entre 1917 y 1925 por el arquitecto quiteño Pedro Aulestia Saá, que construyó el muro falso del lado occidental para darle simetría a la fachada. Y nuevamente a inicios del siglo XXI por el arquitecto Raúl Mideros, del desaparecido Fondo de Salvamento del Municipio de la ciudad, en colaboración con el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural.

Referencias

  • Quiroz C., Mauricio. "La Cruz del Humilladero de la Vera Cruz", Mirando a Quito. Publicado el 3 de mayo de 2020.
  • Azuero H., Luis. "La Iglesia del Belén". Publicado el 4 de marzo de 2021.
  • Navarro, José Gabriel. "Lapidario de Quito".
  • Andrade María, Luciano. "Historietas de Quito".
  • Peralta, Evelia; Moya Tasquer, Rolando (2007). "Guía arquitectónica de Quito". Quito: Editorial Trama.

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