Galo Herido (escultura)

Galo Herido, escultura pública de Quito. Imagen: Google Street View.


El Galo Herido es una escultura de arte público de la ciudad de Quito, ubicada en los jardines laterales del intercambiador vehicular existente en la intersección de las avenidas 10 de Agosto, Eloy Alfaro y Orellana, al centro-norte de la ciudad. Constituye una de las varias reproducciones hechas alrededor del mundo de la obra helenística Gálata Moribundo, del siglo II A.C., cuya original se ha perdido.


Historia

En el siglo II antes de Cristo, la ciudad-estado griega de Pérgamo (actual Turquía) estaba en constante lucha por el avance de los gálatas o galos, pueblo celta proveniente de la actual Francia, que se asentó en una región de Asia Menor que hoy recibe el nombre de Galacia. En el año 233 AC, el rey Átalo I había finalmente logrado contener las incursiones, y como conmemoración de la victoria mandó a crear un conjunto escultórico en bronce para adornar el santuario de Atenea.

Recreación del conjunto original de Pérgamo
Imagen: Ibai Valderrama.
La obra, atribuida por algunos al escultor Epígono, tenía como pieza central al Gálata Ludovisi -o suicida-, un guerrero dispuesto a darse muerte con la espada tras haber matado a su esposa, para evitar que caiga esclava de los vencedores, y a su alrededor se encontraban otras cuatro piezas representando a más soldados galos igualmente vencidos.

Lamentablemente el trabajo original desapareció con el paso del tiempo, pero dos reproducciones de piezas diferentes hechas por los romanos, lograron mantener parte de su memoria: la central del Gálata Suicida, y una de las que lo complementaban, llamada Galo Herido, que hoy se exhibe en el Capitolio italiano y es la que nos concierne en este artículo.

Cuando el poeta inglés Lord Byron tuvo la oportunidad de apreciar la obra en Italia, quedó gratamente sorprendido y le dedicó unas palabras en el cuarto canto de su obra "Las Peregrinaciones de Childe Harold":

Veo ante mí al gladiador yacente: / se apoya en su mano; su ceño viril / acepta la muerte, pero vence a la agonía,  / su inclinada cabeza se hunde poco a poco,  / y, a través de su costado, las últimas gotas, fluyendo lentamente / de la roja llaga, caen pesadas, una a una,  / como al comienzo de una tormenta.


Reproducida docenas de veces alrededor del mundo, la versión quiteña fue realizada por el escultor Alfonso W. Reyes en su taller de San Antonio de Ibarra, siendo terminada el 15 de junio de 1975, tal como consta en la inscripción de la esquina junto al pie. El artista había trabajado antes en el monumento del parque central de su ciudad, en honor a Francisco y Abdón Calderón, así como bustos de varios héroes y personajes de la Independencia por todo el país, o estatuas religiosas para las fachadas de diferentes templos.

La obra fue colocada en la intersección de las avenidas 10 de Agosto, Eloy Alfaro y Orellana, al centro-norte de la ciudad, y movida poco tiempo después a los jardines occidentales del mismo lugar, donde se puede apreciar hasta la actualidad.


Descripción

Gálata Moribundo, la reproducción más antigua.
Imagen: Museo del Capitolio de Italia.
Galo Herido es una obra naturalista típica del periodo helenístico, en la que se puede ver a un personaje perfectamente identificable con los rasgos de su etnia celta gracias al cabello crespo y bigote, además del torques en su cuello, el armamento, el escudo y la trompeta curva que yacen junto a él, elementos típicos de estas tribus. El objetivo de la escultura es dignificar al vencido, para así dignificar aún más al vencedor, y por ello se muestra al gálata sucumbiendo heroicamente al dolor, como se puede ver por la expresión atormentada de su rostro.

Su cuerpo, tensionado y torturado, muestra una herida de muerte en el costado derecho del pecho, que le hace desplomarse sobre el brazo y abandonar sus armas en el suelo. La escultura permite notar la angustia de una muerte dolorosa en los rasgos del cuerpo desnudo, una costumbre de varios guerreros galos al entrar a combate que dejaba perplejos a sus enemigos durante algunos segundos, e incrementaba el respeto que sentían por un acto tan valiente en el campo de batalla.

La escultura se encuentra mirando hacia la avenida 10 de Agosto, es tallada en piedra y revestida en años recientes con lo que parece ser yeso, que tristemente ha cubierto los detalles. El lugar y fecha de terminación son visibles en la esquina del pie, mientras la firma del artista se encuentra en la parte trasera. Descansa sobre un pedestal de concreto con forma rectangular, sin mayor adorno que una placa de piedra y bordes dorados, en la que se aprecia el nombre de la obra.


Entradas más populares de este blog

La Virgen de Quito (o del Panecillo)

Mansión Granda Centeno

Colegio Nacional Mejía