Estadio Olímpico Atahualpa

Panorámica del Estadio Olímpico Atahualpa. Imagen: Diario El Comercio (2020).

Dirección: avenida 6 de Diciembre y bulevar Naciones Unidas.
Sector: La Carolina
Año de construcción: 1951
Arquitecto: Oscar Etwanick
Estilo: art-deco
Premios: ninguno
Uso actual: deportivo


Historia

La zona donde hoy se levanta el Estadio Olímpico Atahualpa, así como el cercano parque La Carolina, ya había sido definida como el centro deportivo de la ciudad en el plan regulador urbano proyectado por el arquitecto uruguayo Guillermo Jones Odriozola en 1942. Este proyecto original incluía extensas áreas verdes aledañas y grandes avenidas arboladas de conexión, aunque solo llegaron a materializarse el Estadio, el parque y la avenida Naciones Unidas.

Originalmente llamado Estadio Olímpico Municipal del Batán, Su diseño fue ordenado durante la alcaldía de Ricardo Chiriboga Villagómez al arquitecto checoslovaco Oscar Etwanick, autor de emblemáticos edificios como el Casabaca en la avenida 10 de Agosto, o las plantas de teléfonos del Centro Histórico y La Mariscal, entre otros.

Construcción de la visera (1950).
Imagen: archivo personal.
La construcción inició en mayo de 1948 y estuvo a cargo de la Compañía Mena-Atlas, llegando a emplear a más de 300 obreros, empleando 70.000 quintales de cemento y 170.000 metros cuadrados de tierra. La obra fue entregada a mediados del año 1951, y la prensa la calificaba como un elefante blanco que nunca lograría llenar su gran capacidad en una ciudad tan pequeña como Quito, aunque no se dejaba de reconocer que constituía una de las obras más grandes del siglo XX en el país.

La inauguración oficial tuvo lugar el 25 de noviembre de 1951, con una ceremonia en la que hubo gran despliegue de actos conmemorativos, incluidos bailes folklóricos, espectáculos de comedia, desfile de varias delegaciones deportivas provinciales y nacionales, y hasta vuelos acrobáticos de aviones de la Fuerza Aérea. La bendición estuvo precedida por el arzobispo y cardenal Carlos María de la Torre, y contó con la participación del presidente Galo Plaza Lasso, el alcalde Ricardo Chiriboga Villagómez, el prefecto de Pichincha, Benjamín Terán Varea., y el presidente de la Concentración Deportiva de Pichincha, Guillermo Lasso Pastor.

El evento central fue un pequeño cuadrangular entre dos equipos nacionales (Sellección de Pichincha, Club Sport Río Guayas) y dos colombianos (Boca Juniors de Cali, Cúcuta de Cali), en el que el Cúcuta resultó campeón. Como dato curioso, el partido entre Pichincha y Boca Juniors fue suspendido a los setenta minutos debido a un pertinaz aguacero que cayó sobre la ciudad. Existe un testimonio audiovisual de aquel día, obra de Cristóbal Cobo Arias.

La administración del conjunto fue entregada a la Concentración Deportiva de Pichincha, que en 1963 convocó a la opinión pública para cambiar el nombre del escenario deportivo, que era conocido simplemente como Estadio Olímpico y, por tanto, carecía de identidad propia. Entre varias propuestas que incluyeron a grandes deportistas del pasado, la más aplaudida fue la formulada por Alfredo Pachel Rivera, y así acabó convirtiéndose en el Estadio Olímpico Atahualpa. 

Además de los encuentros deportivos de carácter nacional e internacional que han hecho vibrar las paredes del Coloso del Batán, nombre popular entre los aficionados, incluyendo la Copa América 1993 y las eliminatorias mundialistas, merecen especial mención el discurso del presidente Jaime Roldós Aguilera antes de morir en 1981, la gran misa campal realizada por el papa Juan Pablo II durante su visita al país en 1985, y un sin número de conciertos musicales de todos los géneros. Tras la inauguración del Estadio Monumental de Guayaquil en 1987, el Atahualpa dejó de ser el más grande del país, y a día de hoy ocupa el quinto lugar a nivel nacional, y segundo en la ciudad.

Arquitectura

Ingreso principal, con la estatua Los Atlantes.
Imagen: Diario Últimas Noticias.
El Estadio Olímpico Atahualpa constituye el remate oriental de la avenida Naciones Unidas y su arbolado bulevar, que culmina en la gran placeta de ingreso donde se yergue la escultura Los Atlantes, de Enrique Avilés, que estuvo originalmente en el ingreso del antiguo edificio del Banco de Préstamos, en el centro Histórico de la ciudad.

El edificio es una muy austera muestra del estilo art-deco, que se aprecia sobre todo en la gran portada de triple altura, con ocho pilares exentos de la fachada que crean un atrio delante de la puerta principal. La estructura es de hormigón armado, y su forma elipsoide responde a la función deportiva para la que fue concebida, como escenario futbolístico y de atletismo.

Posee quince accesos alrededor del anillo, que conducen a sus seis diferentes localidades: general noroccidental, general nororiental, general sur, preferencia, tribuna y palcos; siendo los dos últimos cubiertos por la icónica visera a modo de volado con cinco cuerpos semi-abovedados. La cancha está rodeada por una pista atlética sintética de origen italiano, y separada de las áreas del público por una fosa de 2 metros. El conjunto posee también áreas internas para la práctica de otras disciplinas olímpicas como esgrima, artes marciales, boxeo y bolos.

La estructura ha tenido docenas de intervenciones a lo largo de los años, como la colocación de las primeras luminarias en diciembre de 1969, la ampliación de la zona oriental para aumentar la capacidad a 45.000 espectadores en 1977, la inauguración del marcador electrónico de origen húngaro en 1985, el mejoramiento y aumento de los espacios de prensa a lo largo de la década de 1980, la colocación de butacas que redujo el aforo a 35.742 personas en 2005, y recientemente el cambio por luminaria LED en 2020.

Galería

Estadio Olímpico Municipal (circa 1955).
Imagen: archivo de Antonio Ubilla.

Estadio Olímpico Atahualpa (1969).
Imagen: archivo personal.

Estadio Olímpico Atahualpa (circa 1955).
Imagen: Curiosidades de la Historia del Ecuador.

Estadio Olímpico Atahualpa (década 1980).
Imagen: archivo de Antonio Ubilla.

Estadio Olímpico Atahualpa (circa 2015).
Imagen: Diario El Universo.

Referencias

  • Peralta, Evelia; Moya Tasquer, Rolando (2007). "Guía Arquitectónica de Quito". Quito: Editorial Trama.

Entradas más populares de este blog

La Virgen de Quito (o del Panecillo)

Mansión Granda Centeno

Colegio Nacional Mejía