Antigua Botica Pichincha

Edificio de la Antigua Botica Pichincha (2016). Fuente: Google Street View.

Dirección: Guayaquil y Esmeraldas, esquina noroccidental

Sector: Centro Histórico

Año de construcción: 1935 (estimado)
Arquitecto: Rubén Vinci Kinard (atribuido)
Estilo: ecléctico (art-nouveau, art-deco, neoclásico)

Uso actual: comercial

Historia

La zona de la ciudad hacia el norte de la actual Plaza del Teatro, que por aquel entonces constituía el matadero de reses de la ciudad, estuvo medianamente poblada durante gran parte de la época de dominación española, por lo que las construcciones ubicadas a los costados de la calle Guayaquil se sucedían entre continuos derrocamientos de edificaciones poco elaboradas y raramente superando los dos pisos de altura. Es recién desde mediados del siglo XIX, con el desarrollo del proyecto del Teatro Nacional y de la refacción del parque La Alameda impulsados por Marietta de Veintemilla, que los quiteños comenzaron a poner sus ojos en el sector.

El edificio alrededor de 1965. Imagen: Revista Ekos.

Con pocos datos sobre propietarios anteriores, se sabe que en 1894 el predio que nos compete en este artículo perteneció a la señora Fidela Aguirre, y que para la década de 1920 ya estaba en manos de la familia Dávalos-Suárez. No conocemos el nombre de los siguientes compradores del terreno, ni lo que existía previamente en él, pero quizá pudo estar en manos de la misma familia cuando se levantó la actual edificación alrededor del año 1935, que es la época que corresponde al desarrollo del estilo arquitectónico ecléctico y art-nouveau en la ciudad de Quito.

Para la década de 1940, en los bajos de la casa ya funcionaba la afamada Botica Pichincha, propiedad de Eduardo Ledesma de Janón. Paralelamente, en 1930 los esposos Enrique Villamar y María Luisa Villafuerte habían abierto la Botica Quito junto al Arco de la Reina, en el sector del Hospital San Juan de Dios; en 1949 el negocio cambiaría de nombre a Farmacia Quito por decisión de Galo Villamar, heredero del mismo. También se abrió una sucursal en el sector sur del Parque El Ejido, convirtiéndose así en la primera cadena comercial de su tipo en la ciudad.

En 1950 Villamar adquiere la Botica Pichincha como parte de su estrategia de expansión, que por su ubicación estratégica se convertiría en el local más concurrido de la cadena. Para 1965 se constituyó la marca “Farmacias y Boticas Ecuatorianas Compañía Anónima”, acortado al nombre comercial de FYBECA, que con el tiempo se constituiría en la más grande cadena de su tipo en el país. En la actualidad los interiores de este local representan históricamente la Botica Pichincha que existía originalmente en el lugar.

Arquitectura

Detalle del edificio, desde la calle Esmeraldas.
Imagen: propia (2019).

El edificio se encuentra implantado en un terreno esquinero cuya pendiente va en aumento hacia la parte posterior occidental, por la calle Esmeraldas. Constituido visualmente por tres bloques diferentes, está jerarquizado por la ochava esquinera de cuatro pisos de altura y remates neoclásicos, mientras que los dos cuerpos laterales disminuyen un piso y se encuentran rematados por cornisas. Destaca también la separación existente entre el nivel más bajo, hacia la calle, y los pisos superiores, logrado con un volado que se sostiene al edificio por gruesas cadenas.

Los vanos de cada piso presentan formas diferentes: en el primero todos son arcos de forma mixilínea, típicos del lenguaje art-nouveau. En el segundo se aprecian vanos rectangulares de cuatro vértices superiores, mientras que en el tercero se presentan como arcos tradicionales de medio punto, apreciándose en ambos niveles que están agrupados en pares que coinciden con el ancho de un solo vano de la planta baja. Pero sin duda los que destacan sobre todos los demás, son los vanos del último nivel en la ochava esquinera, que presenta arcos triforados de esbeltas columnas salomónicas.

El ingreso al local comercial se realiza por la esquina, mientras que a los pisos altos, de uso comercial y oficinas, tiene lugar por el costado sur, sobre la calle Esmeraldas. El conjunto destaca en el entorno, tanto por su altura, que supera la de sus vecinos, como por su lenguaje ecléctico con amplia influencia del art-nouveau y detalles art-deco, típico del diplomático y arquitecto mexicano Rubén Vinci Kinard, por lo que se le atribuye la autoría del mismo.

Galería

Galo VillamarVillafuerte.
Imagen: Revista Ekos (2018).

Interior de la farmacia, alrededor de 1965.
Imagen: Revista Ekos (2018).

Detalle de la ochava esquinera.
Imagen: propia (2018).

Referencias

• Jurado Noboa, Fernando (2004). "Casas, calles y gente del Centro Histórico de Quito", tomo I, pp.67-69. Quito: FONSAL.
• Sitio web de Fybeca: Línea de tiempo.
• Innovación: el legado de don Galo Villamar. Revista Ekos, 27 de junio de 2018.