Casa Gouin (Banco Pichincha)
Fachada esquinera del edificio, visto desde la Plaza Grande. Imagen: propia (febrero de 2018). |
Sector: Centro Histórico
Arquitecto: Franz Schmidt / Francisco Durini Cáceres
Construcción: 1899 / 1930
Estilo: neoclásico
Uso actual: bancario
Historia
Después de la fundación española de la ciudad, ordenada por Diego de Almagro y llevada a cabo por Sebastián de Benalcázar en 1534, Quito fue dividida de acuerdo a la Ley de Indias en manzanas y estas a su vez en cuatro solares cada una. Como conquistadores principales del Perú, a Almagro y Francisco Pizarro se les otorgó ocho solares, divididos en dos medias manzanas.
Así, Pizarro recibió una de sus mitades en la esquina noroccidental de la Plaza Mayor (actual Hotel Plaza Grande) y las dos casas que actualmente se hallan contiguas por el oriente; mientras que Almagro lo hizo en la esquina suroriental exterior, es decir el predio que nos compete en este artículo más el que continuaba por el lado sur y se encontraba al borde de la quebrada de Sanguña. Sin embargo, ninguno de los dos personajes llegó a residir nunca en Quito y ambos murieron en las Guerras Civiles que se desataron en el Virreinato del Perú desde 1537.
Almagro murió en Cuzco el 8 de julio de 1538 e inmediatamente el Cabildo de la ciudad tomó posesión de su media manzana en la Plaza Mayor. En 1548 el terreno fue adquirido por Francisca Gudiño, sobrina y heredera de Isabel Gudiño, una sevillana de origen portugués que fue golpeada y ahorcada por los quiteños en 1546 por creerla partidaria del virrey Núñez de Bonilla en la Batalla de Añaquito.
La casa heredada por Gudiño se encontraba en la actual calle Guayaquil y tenía corrales traseros con vista hacia la Plaza Mayor, mismos que se encontraban en el terreno central de lo que hoy es el Palacio Municipal. Al querer ampliar la residencia sobre este último, Gudiño necesitaba trasladar los corrales a un nuevo predio, cosa que evidentemente hizo tras adquirir el que nos compete en este artículo y que permaneció así por largos años.
Tras la compra del solar por Francisca Gudiño la media manzana original de Almagro se desmembró en dos, quedando el Cabildo con la sección junto a la quebrada y que para 1570 estaba en manos del zapatero José Lucas Crespín y su esposa, Clara de Campos. Para 1600, en cambio, parece que el mestizo Diego de Escobar era propietario de este predio y de todos los demás que avanzan hasta la actual calle Venezuela, siendo una propiedad extremadamente grande. En 1660 los herederos de la pareja habrían venido la casa a Gregoria Triunfo de Sosaya, que cinco años más tarde se casó con el limeño Juan de Morales Malgarejo y vivieron allí hasta alrededor de 1691.
Sin embrago, existe una razonable duda de que quizá en esta época la propiedad de Escobar avanzaba solamente hasta parte de lo que hoy es el Banco del Pichincha, y que la sección más esquinera pudo haber pertenecido a Francisco Moreno del Arco.
Detalle del óleo "Quito a inicios del siglo XIX", que muestra la casa colonial (al centro) 100 años antes de ser derrocada. |
Para 1714 la casa pertenecía sin duda a Isabel Ortega, pues así aparece en el testamento de Domingo de la Lastra, un español que arrendaba una de las tiendas en los bajos, y la nombra como la casa frente a la grada larga de la Catedral. En 1792 el propietario era el capitán andaluz Ángelo Izquierdo y la casa estaba valorada en once mil pesos, cantidad que se conoce gracias a que se la entregó como dote a su yerno Joaquín Zaldumbide y Rubio de Arévalo quien para 1797 ya la había vendido a José Vergara Gaviria, administrador de Correos.
A principios del siglo XIX la casa pertenecía al clérigo riobambeño Tomás Yépez de León, que la vendió a Antonio Ruiz de Bernal, y este a su vez a Mariana Osorio en 1818. Osorio estaba casada con el abogado José Sanz y Santisteban, quien en 1822 mandó a fabricar una vajilla para ofrecer una reunión en honor de Simón Bolívar, de la que aún subsisten algunas piezas en manos de los herederos.
En época de los Sanz, en esta casa contrajo matrimonio la joven Soledad Sanz Osorio con el inglés Diego Stacey Byron, heroé de la Independencia por su actuación junto al batallón Albión. También fue hogar de Vicente Sanz Osorio, que participó en el diario "El Quiteño Libre" en 1833. Para 1840 Mariana Osorio había adquirido la casa contigua por el sur, lo que llevó al predio a su tamaño actual.
Para 1860 la casa estaba arrendada por el exitoso comerciante francés Louis Gouin, que importaba telas, perfumes y sombreros para venderlos en los locales que daban hacia la calle, siendo su socio el político guayaquileño Carlos Matheu Pacheco. Matheu vivió en la casa a partir de 1865 por gentileza de Gouin, y estaba casado con Concha García Matheu, sobrina del presidente Gabriel García Moreno.
Detalle de una fotografía de la Plaza Grande circa 1900, en la que se aprecia la casa construida por Schmidt. |
Gouin adquirió formalmente la casa alrededor del año 1885, cuando se la compró a Manuel Stacey Sanz, aunque siguió permitiendo que su socio Matheu residiera en ella hasta 1890, cuando se mudó a su propia casa en el sector del Beaterio republicano. En 1899 Gouin hizo derrocar la casa colonial y contrató al arquitecto prusiano Franz Schmidt para levantar una nueva mansión de tres pisos en estilo neoclásico alemán.
En 1911 la casa estaba arrendada a la Embajada de Chile, por lo que en ella residía el diplomático Victor Eastman Cox, quien el día de la caída de Eloy Alfaro le ofreció asilo inmediato por pedido de su prometida María Lasso de la Vega y Chiriboga, hermana de una de las nueras del caudillo liberal. Este hecho convierte a la casa en la última morada de Alfaro en la ciudad de Quito.
Gouin falleció sin descendencia en 1912 y dejó como sus herederos a Carlos Matheus García, empleado de su tienda e hijo de su antiguo socio, y a su cuñado Luis Charvet. Matheus se hizo cargo por completo de la tienda y mantuvo la fama del lugar. Para 1919 ambos decidieron dividirse los bienes heredados y Matheus se quedó con la casa, mientras Charvet con la hacienda Colimbuela en Cotacachi.
En 1930 el inmueble fue arrendado por el Banco del Pichincha para instalar allí su sede matriz, pues debido a problemas con el Banco Central debió entregar el espectacular edificio que venía construyendo frente a la iglesia de La Compañía. Ese mismo año se ordenó un rediseño al arquitecto suizo Francisco Durini Cáceres, quien retiró el balcón corrido con rejas de hierro del tercer piso, cambió los dinteles sobre los vanos de las ventanas, aumentó el remate del volúmen esquinero que refleja el nombre de la institución y, sobre todo, los cambios interiores para convertir el inmueble en agencia bancaria.
Para 1934 Matheus finalmente vendió la casa a Fernando Pérez Pallares, quien la adquirió a nombre del mismo banco. Finalmente, a mediados del siglo XX se adquirió la casa contigua por el oriente, sobre la calle Espejo, para derrocarlo y construir un nuevo bloque que guardara relación visual con el edificio principal, aunque sin llegar a confundirse con él.
Arquitectura
Fotografía de la calle Espejo a mediados del siglo XX. En el extremo derecho se aprecia la casa original que fue derrocada para construir el nuevo volúmen adicional. |
El edificio de estilo neoclásico se emplaza en un predio esquinero que disminuye la pendiente hacia el lado sur, posee estructura de ladrillo y alcanza los tres pisos de altura. La fachada se jerarquiza hacia la esquina con una ochava rematada con frontón ricamente decorado en el que se exhibe el nombre del Banco del Pichincha.
El piso bajo está totalmente recubierta por un zócalo almohadillado de piedra en el que se abren los vanos de las puertas con forma de arcos rebajados y seguras cortinas de hierro. Las paredes de los pisos altos, en cambio, están enlucidas y forman un patrón de ladrillos en el que se abren los vanos rectangulares de las ventanas sobre las que se aprecian dinteles que alternan entre rectos y arcos rebajados. Los balcones de hierro se encuentran en el mismo plano de la fachada.
Los cuerpos horizontales están separados por molduras continuas a modo de cornisa. El último nivel posee una fuerte cornisa con ménsulas rematada por una balaustrada de moriscos que oculta el techo de teja cocida. Al interior el patio original de la casa fue cubierto por una estructura de hierro y vidrio para ser adaptado al uso de la sucursal bancaria. Las escaleras para subir a los pisos superiores se encuentran en el acceso por la calle Espejo.
En rasgos generales se puede decir que el edificio actual es una sutil mezcla del estilo formal impreso por Franz Schmidt en 1899 y el de las alteraciones más artísticas hechas por Francisco Durini en 1936, resultando en un lenguaje neoclásico sobrio sin dejar de ser rico en ornamentación.
Referencias
- Jurado Noboa, Fernando (2005). "Calles, casas y gente del Centro Histórico de Quito", tomo 2, pp. 66-88. Quito: FONSAL.
- Peralta, Evelia; Moya Tasquer, Rolando (2007). "Guía arquitectónica de Quito", p.66. Quito: Trama Ediciones.
- Terán, Sonia (entrevista, octubre 2022). Encargada del Museo Histórico de Banco Pichincha, Agencia Plaza Grande.