Antigua Penitenciaría Nacional (Panóptico de Quito / Penal García Moreno)

Vista general del antiguo Penal García Moreno de Quito (2015).
Imagen: Paúl Rivas, El Comercio.

Dirección: calles Rocafuerte y Cumandá
Sector: San Roque (Centro Histórico)
Año de construcción: 1874
Arquitecto: Thomas Reed, Franz Schmidt
Estilo: neoclásico utilitarista
Premios: patrimonio de la ciudad
Uso actual: museo

Historia

Gabriel García Moreno (izq), Thomas Reed (centr) y Franz
Schmidt (der); los personajes tras la Penitenciaría Nacional.
Imágenes: Fotografía Patrimonial -INPC.
Cuando Gabriel García Moreno llegó al poder encontró un país que no solo estaba al borde de la desintegración, sino que se encontraba ahogado en una crítica situación en todos los ámbitos de la administración pública, fruto de una serie de pésimos Gobiernos predecesores. Uno de los puntos que más le preocupaba era el sistema penitenciario, que debido a que estaba en manos de los diferentes municipios, ofrecía escenarios bastante diferentes de un cantón a otro, casi siempre en pésimas condiciones.

En 1869 García Moreno fue declarado presidente interino de la República mientras se reunía la Convención Nacional, misma que redactaría la constitución llamada "Carta Negra" y que lo nombraría como presidente constitucional por segunda vez. Levantó entonces un pedido para que el Estado asumiera el control del sistema penitenciario, además de para la construcción de una imponente fortaleza en la ciudad de Quito que reuniría en un solo edificio a los reos de todo el país.

Para cuando la Asamblea aprobó el pedido de García Moreno en el mes de agosto, éste ya le había solicitado al arquitecto danés/inglés Thomas Reed que se adelantara con el proyecto, pues con la mayor parte de diputados inclinados a su favor, sabía que sería aprobado sin problemas. Reed se había convertido en el arquitecto del Estado garciano tras una exitosa carrera profesional al servicio de los Gobiernos de Venezuela y Colombia, razón que habría motivado su posterior llamado al Ecuador.

Vista general de la Penitenciaría Nacional (circa 1870)
Imagen: Fotografía Patrimonial - INPC.
El arquitecto diseñó un complejo inspirado en la parisina Prisión de la Santé (1867), que aplicaba la más moderna planta edificable del sistema carcelario europeo, creada en 1791 por el filósofo inglés Jeremy Bentham (pare del utilitarismo) y a la que llamó panóptico: una torre al medio de la que parten edificios radiales que no se conectan entre sí y por ello pueden ser completamente vigilados sin mayor esfuerzo justamente desde el volúmen central. Reed ya había aplicado esbozos de panóptico al construir la Penitenciaría de Bogotá (actual Museo Nacional de Colombia).

El contrato de construcción se elevó a escritura pública el 15 de diciembre de 1869, con un presupuesto de 222.149 pesos y un plazo de cinco años para ser entregado. El edificio sería el más grande construido en el país hasta ese entonces, e incluso mantendría ese récord durante largo tiempo después de entrar en funcionamiento, lo que da cuenta la gran magnitud del proyecto en que se embarcaron García Moreno y Reed.

El Gobierno adquirió aproximadamente 1,5 hectáreas de terreno al final de la calle Rocafuerte, junto a la cantera que existía en aquella época y frente a la quebrada de Jerusalén (o de los Gallinazos). Reed subcontrató al famoso arquitecto prusiano Franz Schmidt para que colaborara con él en la obra, misma que fue entregada el 20 de agosto de 1874, cuatro meses antes del plazo establecido.

Finalmente, y después de más de 140 años de funcionamiento ininterrumpido, el ex Penal García Moreno cesó en su servicio de acoger a los presos el 30 de abril del 2014, siendo trasladadas sus funciones a la Cárcel de Latacunga.

Arquitectura

Vista posterior del conjunto penitenciario (circa 1920).
Imagen: Mario Hidrovo.
De acuerdo a las especificaciones del contrato entre el Gobierno ecuatoriano y el arquitecto Thomas Reed, el edificio de la Penitenciaría Nacional debía ser de arquitectura característica pero sencilla, evitando los adornos y decoraciones innecesarias; su estructura debía ser sólida y robusta, por lo que no se usó adobe; las celdas y pasillos debían tener las dimensiones exigidas en Europa, contar con puertas de hierro, jardines, piscina y aprovisionamiento de agua constante para los reos, así como existir pocas celdas oscuras de castigo para evitar el abuso que los celadores hacían de ellas.

El volúmen central del panóptico, concebido como torre de vigilancia, es de planta circular y triple altura, coronado por una cúpula con linterna que permite iluminar el espacio, desde el que parten en forma radial cinco pabellones alargados y cuya iluminación es cenital: dos de 70 metros, uno de cuarenta y dos de 30 metros; todos separados entre sí por patios. Las plantas bajas estaban destinadas a talleres y las dos superiores ocupadas por celdas, que originalmente sumaban un número aproximado de 300.

El complejo cuenta además con un bloque de oficinas transversal, con el frente hacia la rampa que salva el pronunciado desnivel de la calle Rocafuerte, y que a su vez constituye el ingreso principal a través de sus tres característicos arcos de medio punto en medio de los dos volúmenes que alcanzan los 15 metros de altura. Al costado oriental se ubica un ala de habitaciones para celadores que fue añadida posteriormente pero guardando similtud con el estilo original del edificio.

Con el pasar de las décadas y el aumento de la población carcelaria del país, se fueron levantando varios bloques adicionales y en total discordancia con el estilo original del complejo, en particular en las décadas de 1980 y 1990. Estas adiciones rompieron el equilibrio visual y tugurizaron el edificio a tal punto de dejarlo irreconocible a nivel tierra, aunque aún puede apreciarse el diseño original desde el aire.

Galería





Referencias

  • Peralta, Evelia; Moya Tasquer, Rolando (2007). "Guía Arquitectónica de Quito", p.234. Quito: Trama Ediciones.
  • Saldarriaga Roa, Alberto; Pinzón Rivera, José Alexander; Ortiz Crespo, Alfonso (2005). "En busca de Thomas Reed - Arquitectura y política en el siglo XIX", pp. 125-137. Bogotá: Corporación La Candelaria.
  • Alejandro Cárdenas. "El señor arquitecto Thomas Reed, recuerdos de ayer", Revista de la Sociedad Jurídico-Literaria, marzo y abril de 1913. Quito: Sociedad Jurídico-Literaria.

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