Casa Casar Posse


Dirección: calle García Moreno, esquina con Mejía
Sector: Centro Histórico
Año de construcción: 1870 (actual)
Arquitecto: Augusto Ridder, Jacobo Elbert
Estilo: ecléctico
Premios: ninguno
Uso actual: comercial


Historia

La propiedad original abarcaba un poco más de la mitad de la cuadra hacia la actual calle Mejía, entonces llamada de La Azotea, y un cuarto de cuadra hacia la García Moreno. Así permaneció hasta el siglo XIX, cuando fue heredada por Isabel Villacís (apodada la Samaritana), que aparece como su propietaria ya en 1826.

De acuerdo a la costumbre de la época, la gran casa original fue partida en dos alrededor de 1820. La primera y más grande, con frente a la García Moreno, era ocupada por Isabel Villacís y su familia; mientras que la pequeña, ubicada inmediatamente a continuación de la anterior por el oriente, a media cuadra sobre la Mejía, era para arrendar y obtener mayores ingresos.

Villacís murió en 1840, y poco tiempo después sus herederos vendieron las dos casas a Camilo Casares García, un conocido médico de la ciudad, que se mudó allí desde la residencia de sus padres en el barrio de San Roque. En 1870, el doctor Casares y su esposa, Dolores Posse, ordenaron el rediseño total de la casa grande a los arquitectos Augusto Ridder y Jacobo Elbert, que habían llegado al país como docentes de la Escuela Politécnica fundada por el presidente Gabriel García Moreno.

Precisamente alrededor de 1870 viví en la casa el político Francisco Javier León Franco, que era vicepresidente durante la última administración de Gabriel García Moreno. León asumiría como presidente encargado de la República entre agosto y septiembre de 1875, tras el asesinato de García Moreno. Es de esta época que data la rica herrería de los barandales en los balcones, que exhiben el anagrama FJL y de los que se dice, fueron fabricados con materiales importados de Francia, en el mismo lote en el que llegaron las barandas del balcón del segundo piso en el Palacio de Carondelet.

En 1881, el matrimonio Casar Posse arrendó la casa grande, rehecha en estilo ecléctico, al francés Gastón Charpantier, que instalaría en el segundo piso el célebre Hotel París, uno de los más exclusivos y famosos de la época. En aquella época, los corredores del segundo piso estaban decorados con litografías y óleos de procedencia italiana y francesa, los mismos que luego del cierre del hotel fueron trasladados a la Galería Charpantier, en la avenida Amazonas.

Así mismo, y en la misma época del Hotel París, en los locales de la planta baja funcionaba una de las confiterías más frecuentadas por los quiteños, en la que se expendía fina chocolatería importada de Europa, al igual que exquisitos pasteles y una gama de confites franceses que, según Cristóbal Gangotena, le convertían en un lugar perfecto para que la gente de la época se sintiese un poco en París.

El doctor Casar y su esposa, sin embargo, continuaban como dueños del inmueble en el año 1894, cuando también arrendaban la primera planta de la casa pequeña a la sastrería de Camilo Valdés, mientras que en el segundo piso vivía el hijo de los propietarios, el guitarrista José María Casares.

En 1917 la casa pequeña se desvinculó finalmente de la propiedad original, pues pasó a manos de Leopoldo Bauer, que la rehizo completamente también con el arquitecto Ridder. La casa grande, por otro lado, pasó por las manos de varios propietarios, hasta que a inicios del siglo XXI se convirtió en un centro de recepciones y eventos bajo el nombre de "Casa Carrasco". Los locales exteriores de la planta baja, en cambio, son ocupados por agencias del Banco Internacional y el Banco de Guayaquil desde la década de 1990.

Arquitectura

La mansión sigue el esquema tradicional andaluz del Centro Histórico, pues se desarrolla en torno a dos patios medianos hacia la calle García Moreno, y un traspatio al fondo del terreno. En la fachada ecléctica de dos pisos, quizá de las más fáciles de reconocer en la ciudad, destaca la fuerte cornisa decorada con relieve a manera de metopas y triglífos clásicos, sobre la que sobresale ligeramente la cubierta de teja.

Otro detalles distintivos de la casa son sus balcones, sostenidos sobre ménsulas y con barandas de hierro forjado exquisitamente trabajadas, sostenidas entre pequeños pilares de ladrillo revestido. Igualmente, el tratamiento diferente de las aberturas en los dos pisos, arcos rebajados en el primero y rectangulares en el segundo.

La intervención reciente, que convirtió la mansión en centro de recepciones y eventos, incorporó elementos ajenos a la estructura original, entre los que destacan una bóveda y cúpula en el patio sur, así como una escalera directa hacia el salón.

Galería

Salón de la Casa. Fotografía: Casa Carrasco.

Referencias

  • Jurado Noboa, Fernando (2004). "Casas, calles y gente del Centro Histórico de Quito", páginas 157-158. Quito: FONSAL, Editorial Trama.
  • Peralta, Evelia; Moya Tasquer, Rolando (2007). "Guía Arquitectónica de Quito", página 134. Quito: Editorial Trama.
  • Mejía Salazar, Álvaro Renato. Comentario personal en la comunidad de Facebook, publicado el 18 de enero de 2016.
  • Azuero, Luis. Comentario personal en la comunidad de Facebook, publicado el 18 de enero de 2016.

Entradas más populares de este blog

La Virgen de Quito (o del Panecillo)

Mansión Granda Centeno

Colegio Nacional Mejía