Proyecto Palacio Legislativo (1903)

Fachada principal del proyecto Palacio Legislativo, por Francisco Durini Cáceres.
Imagen: cortesía de Jorge Palacios.

Dirección: calle Benalcázar, entre Chile y Espejo
Sector: Centro Histórico
Año de construcción: proyecto desechado
Arquitecto: Lorenzo Durini Vasalli
Estilo: historicista (neobarroco)
Uso actual: el terreno es ocupado por el Palacio de la Vicepresidencia


Historia

Hoy les traemos una curiosidad histórica, el proyecto de la primera década del siglo XX para levantar un Palacio Legislativo digno para el Ecuador. El emplazamiento sería en el terreno que hoy ocupa el Palacio de la Vicepresidencia, y el edificio presentaría instalaciones para las dos cámaras que entonces tenía el Congreso: la de senadores y la de diputados.

En el año 1900, durante el último año del primer periodo presidencial del Gral. Eloy Alfaro este se pone en contacto con los hermanos Lorenzo y Pedro Durini Vasalli, arquitectos italo-suizos que habían tratado previamente con Gabriel García Moreno durante la visita de este último a Costa Rica, en donde pudo apreciar el gran trabajo que realizaron los Durini con el Foyer de Teatro Nacional de Costa Rica.

Alfaro les solicitó la construcción de algunos proyectos para embellecer la ciudad de Quito y sacarla del letargo arquitectónico en el que se había mantenido desde la independencia, y que personajes como Marietta de Veintimilla y Gabriel García Moreno en algo habían paleado, pero el Viejo Luchador sentía que aún faltaba mucho por hacer.

Aún en Costa Rica, los Durini le enviaron varios bocetos de los proyectos que Alfaro les había solicitado, entre ellos el Monumento a la Independencia que hoy se levanta en la Plaza Grande. Pero uno de los más ambiciosos fue el nuevo Palacio Legislativo, que para don Eloy era urgente pues el Senado sesionaba en el Salón Amarillo del Palacio de Carondelet.

Los planos de este gran proyecto llegaron a Quito en 1903 y fueron aprobados por el Cabildo ese mismo año. Lamentablemente el poder había pasado a manos de Leonidas Plaza, que no mostró mayor interés debido al elevado costo que representaba. Para cuando Alfaro regresó a la Presidencia en 1906, consideró retomar el titánico proyecto y dio su visto bueno. Lamentablemente, así como monumental era el nuevo Palacio Legislativo también lo era su costo, y con un proyecto ya empezado (el Monumento de la Independencia), debió concentrar todos sus esfuerzos en aquel.

Quizá pensó retomar la construcción del Palacio más adelante (para entonces los Durini ya se habían asentado definitivamente en Quito y eso le garantizaba cercanía con ellos), pero el tiempo no le alcanzó o simplemente lo desechó. Pero para nuestra buena suerte los bocetos y planos de este gran proyecto quedaron en los archivos municipales, que por su condición de ya haber sido aprobados podrían construirse en cualquier momento.

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