Palacio Romo-Leroux / Antigua Quinta Presidencial (desaparecido)

El Palacio visto desde la actual avenida 12 de Octubre y Patria (circa 1945)

Dirección: avenidas 12 de Octubre y Patria
Sector: La Mariscal
Año de construcción: 1911
Arquitecto: Gualberto Pérez
Estilo: historicista (neoclásico italianizante)
Uso actual: desaparecido

Ubicada en el sector de La Mariscal, sobre las actuales avenidas Patria y 12 de Octubre, este desaparecida residencia palaciega de estilo neoclásico italianizante fue levantada en 1911 por el arquitecto quiteño Gualberto Pérez para el abogado Alejandro Romo Leroux, sobre la esquina suroriental de un extenso terreno de 2,5 hectáreas que había sido parte de la antigua Hacienda El Girón, propiedad de la familia Heredia.

Los límites originales de la quinta, que abarcaba las cuatro manzanas actuales del sector aledaño, eran la avenida del Ejército (actual Patria) por el sur, Colombia (12 de Octubre) por el este, Urbina (Jorge Washington) por el norte y Mariano Aguilera (6 de Diciembre) por el oeste. El espléndido palacete se alzaba tres pisos sobre el suelo, con el primero a modo de semi-sótano, el segundo para las áreas sociales, el tercero para las habitaciones y una pequeñísima torrecilla de acceso a la terraza del techo.

Fachada principal del Palacio, con el camino de
ingreso desde la actual avenida 6 de Diciembre.
Romo Leroux se había hecho de una nada despreciable bodega de vinos muy finos y traídos de todas partes del mundo, que guardaba en botellas y barricas de madera en los semi-sótanos de la mansión, volviéndose la envidia de la ciudad. Fue precisamente esta bodega, más que el mismo palacete, lo que en 1914 provocó una propuesta de compra por parte del Gobierno del entonces presidente Leónida Plaza Gutiérrez, que deseaba convertir la Quinta en Residencia Presidencial.

Ante una primera negativa de Romo Leroux, el Presidente de la República le amenazó con desterrarlo si no cedía ante la petición de compra, por lo que el abogado accedió al trato. Sin embargo, haciendo uso de sus conocimientos legales, pudo vengarse de Leónidas Plaza, pues valiéndose de que el contrato hablaba únicamente de incluir las barricas y botellas de vino, hizo derramar todo el líquido por los jardines de la quinta, formando un río de de color rojo que corrió desde la actual 12 de Octubre hasta la 6 de Diciembre.

Leónidas Plaza, herido en su orgullo, nunca llegó a ocupar la quinta, aunque sí ofrecía allí retiros y fiestas de fin de semana al aire libre llamadas Garden Parties, costumbre que seguirían otros Presidentes después que él. En 1929 dejó de ser la Quinta de descanso de los Primeros Mandatarios ecuatorianos, y en el inmueble comenzó a funcionar el Museo Artístico Nacional, antecedente del actual Museo Nacional, y para inicios de la década de 1940 funcionaba allí la Escuela de Ingenieros del Ejército.

En 1940 el Municipio de Quito, facultado por el Gobierno de Andrés Fernández de Córdova, lotizó la mayor parte de los terrenos de la quinta, que vio reducida su extensión a una cuadra. En 1948 el Estado vendió el palacete y lo que quedaban de sus jardines al Gobierno de los Estados Unidos, que instaló allí su Embajada (hasta entonces venían arrendado el Palacete de Modesto Larrea, en El Ejido).

El palacete podía ser observado hasta el año 1960, cuando fue totalmente derrocado para construir en su lugar un moderno edificio que albergara mejor la sede diplomática estadounidense, levantado por el arquitecto Vincent King, ganó el Premio Ornato del Municipio capitalino al año siguiente. En 2009 fue vendido nuevamente al Estado Ecuatoriano, que ocupó el edificio con las oficinas de la Fiscalía General.

El Palacio visto desde su sección posterior, actual avenida 12 de Octubre.

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